del 4 al 8 de octubre de 2021

Asturias debido a la concentración de minas de carbón, llegó a disponer de cinco grandes térmicas de carbón con una capacidad de producción de 2.222 MW, llegando a producir hasta hace 10 años cerca del 10% de la demanda nacional. Esta situación se mantuvo hasta el año 2017, en el que se produjo en la región 15.000 GWh con los 4.574 MW que había instalados entonces. A partir de este año se inició un proceso de descarbonización del sector eléctrico. Aunque el año pasado se cerrasen dos térmicas de carbón, actualmente la potencia instalada en la región es de 3.777 MW por la presencia de dos ciclos combinados y, sobre todo, de centrales de tecnologías renovables, fundamentalmente hidráulica, eólica y biomasa. Está prevista nuevas instalaciones que aprovechen recursos renovables, sólo en el último año han entrado en funcionamiento 3 nuevos parques eólicos. Las previsiones de renovación del parque de generación apuntan a que la potencia instalada puede ser mayor que la existente en 2017, y el objetivo es alcanzar los 5.500 MW en 2030.

Esta actividad del sector energético justifica que exista una importante industria auxiliar relacionada con el mantenimiento y operación de centrales térmicas y de instalaciones renovables. Existe también una importante industria de montaje de plantas y de fabricación de equipos, sobre todo en el ámbito solar y eólico. Esta industria regional además está globalmente implantada en el mundo. En el norte de España se encuentra el segundo hub de fabricación de componentes para la industria eólica marina de Europa, que en 2019 dio trabajo a más de 1000 personas en la región, a pesar de que no existe aún parques eólicos marinos instalados en las costas de España. Todas estas cifras, señalan la enorme actividad que tracciona la energía en la región, no sólo en el propio sector energético sino también en el tejido industrial regional.